Contar con un tanque de agua en casa nos permite tener una reserva, que nos brinda autonomía ante cualquier imprevisto en el servicio, y hace que el servicio sea más estable en los momentos de alto consumo en el sistema. En esta nota te contamos cómo cuidarlo y qué aspectos tener en cuenta a la hora de elegir uno.
Se establece en el Reglamento del Usuario, que regula el servicio de agua de nuestra ciudad, que todo inmueble debe tener un tanque de reserva domiciliaria. Se recomienda tener un tanque de mil litros.
“Cada Usuario deberá evaluar cuáles son las necesidades reales de consumo, y en consecuencia determinar la capacidad del tanque, el cual deberá tener una capacidad de reserva de por lo menos 48hs.”, expresa.
Además, el tanque debe contar con una tapa que lo cierre herméticamente para evitar el ingreso de elementos extraños y contaminantes que provengan del exterior.
Usos esenciales
Un tanque de agua debe brindar una autonomía entre 24 y 48 horas, en la medida que el agua sea utilizada exclusivamente para consumo, higiene personal, cocina y limpieza de los alimentos. Los demás usos pueden hacer que el tanque se vacíe antes de tiempo. Estos son aspectos importantes por tener en cuenta cuando estamos ante un imprevisto, recordemos que las acciones cotidianas que más agua utilizan son la carga de lavarropa que puede consumir entre 80 y 151 litros en cada lavado dependiendo del artefacto utilizado.
Siempre limpio
Con el objetivo de conservar la calidad del agua en el hogar se recomienda realizar la limpieza del tanque al menos una vez al año para eliminar los microorganismos que se acumulan en este depósito y que pueden.
Aquí te contamos los pasos para su realización:
1-Cerrar la llave de ingreso de agua al tanque. Luego, cerrar la válvula de la cañería de distribución interna y abrir la de limpieza o desagote, hasta que quede un fondo con agua de unos 15 centímetros. No agitar ese resto, ni la suciedad que contiene.
2-Limpiar el fondo, las paredes y la tapa del tanque con la ayuda de un cepillo o escoba de plástico. Sólo usar agua, nunca un cepillo de metal ni detergente, jabón o polvo limpiador.
3-Vaciar el tanque completamente y enjuagar varias veces. Eliminar los residuos por la válvula de desagüe, nunca por la cañería de distribución.
4-Llenar el tanque hasta la mitad con agua. Agregar por cada 1.000 litros de agua 1 litro de lavandina concentrada.
5-Una vez lleno el tanque, dejar actuar al menos durante tres horas. Eliminar el agua por la cañería de distribución, abriendo todas las canillas. Nuevamente, llenar y vaciar el tanque, hasta desechar el exceso de cloro.
6-Llenar el tanque y poner en servicio.5-Una vez lleno el tanque, dejar actuar al menos durante tres horas. Eliminar el agua por la cañería de distribución, abriendo todas las canillas. Nuevamente, llenar y vaciar el tanque, hasta desechar el exceso de cloro.
6-Llenar el tanque y poner en servicio.